El Clásico

 En 2009 tuve el placer de conocer a uno de los mejores autores e intelectuales de México: Carlos Fuentes, varias veces nominado al Premio Nobel de Literatura y condecorado con premios literarios como el Premio Cervantes. El hombre de letras nació en 1928 en Panamá, estudió derecho y trabajó muchos años en el mundo diplomático. En el “salón des livres” de París tuve el privilegio de saludarlo y de recibir un autógrafo. En ese momento La frontera de cristal ya tenía 9 años de ser publicada.

La novela se compone de nueve historias cortas, se desarrollan a ambos lados del Río Grande/Río Bravo. Conmovedoramente se narra de los personajes que se convierten en “cruzadores de la frontera” entre México y los Estados Unidos. Impulsados por su anhelo de ganar un pequeño trozo de independencia, por sus sueños o simplemente por el deseo de asegurar su existencia material. Todos buscan el éxito, la libertad y la felicidad (“el sueño americano”). A menudo pagan un alto precio: el del aislamiento y desarraigo cultural. Hay muchas conexiones entre las historias, como personajes que aparecen en ellas (la más destacada es la del rico empresario mexicano, Leonardo Barroso). Un tema importante y recurrente en el texto es que grandes partes de los Estados Unidos fueron alguna vez parte de México, desde California hasta Texas, por lo que los Mexicanos sienten una conexión especial con esa zona. Otra idea importante es que ambos países dependen el uno del otro para el comercio y la cultura, y muchas personas dividen su tiempo y sus vidas entre ambos lados de la frontera.

Ya que es como Fuentes, muy mexicano, pero igualmente muy cosmopolita. El arquetipo del ciudadano del mundo que transporta cultura entre el viejo y el nuevo mundo, entre América Latina y EUA. Como sus caracteres en el libro: ya sea el estudiante mexicano Juan Zamora que va a estudiar medicina en Nueva York y que descubre que los “gringos” no saben nada de las condiciones en su país o de Marina en las maquiladoras de Ciudad Juárez. Por último, cabe destacar que cada historia se puede leer como una propia novela mientras que siempre hay otras figuras en cada capítulo, aunque finalmente terminan todas uniéndose. Todos conocen a Fuentes y si aún no conocen a este maestro, pues que mejor primera lectura que este libro que representa a dos de los grandes temas de su interés: la migración y el mundo globalizado.

Por Alejandro Boucabeille