Descolonicémonos: En el Estado español el 12 de octubre no hay nada que celebrar

Resistimos con y por la fuerza de los pueblos originarios y la Madre Tierra

por Asamblea Plaza de los Pueblos Madrid

12 de octubre
(c) Andrés del Collado

 

En España el 12 de octubre es un día festivo y feriado - el Día de la Hispanidad como fiesta nacional del país. Esta celebración tiene sus orígenes en la llegada de Cristobal Colón al continente americano el 12 de octubre de 1492:, el llamado “descubrimiento” desde una perspectiva para muchas personas con pensamiento eurocéntrico, el comienzo de muchos genocidios desde la perspectiva decolonial. La Asamblea Plaza de los Pueblos en Madrid critica fuertemente las celebraciones de ese día en España y el mundo. En este artículo presentan su trabajo político con su colectivo descolonicémonos - 12 de octubre nada que celebrar..

Abril 2020: Escribimos este artículo desde el confinamiento en Madrid. En nuestras comunidades migrantes se mezclan las realidades de quienes se quedan en casa, quienes no lo pueden hacer por sus condiciones de precariedad y explotación laboral, y quienes sostienen la vida como cuidadorxs o trabajadorxs de servicios básicos permanentemente sometidxs a la explotación, ahora con más riesgo para su salud. Acompañamos con preocupación el día a día de familiares, amigxs, comunidades y países de origen. Les toca asumir como puedan el confinamiento con la conciencia de que la expansión de la pandemia sería devastadora. Nuestros Estados, estructuralmente racistas —una herencia colonial—, dirigidos por gobiernos neoliberales y extractivistas, no cuentan con sistemas de salud con capacidad ante la pandemia. Por otra parte, nuestros pueblos enfrentan el desamparo social; el alza de precios en alimentación, transporte y medicamentos; la agudización de la precarización y la explotación laboral.

 

En el caso de los pueblos originarios, la marginación histórica les convierte en grupos de altísima vulnerabilidad, que se suma a la creciente militarización de parte de sus territorios y al permanente saqueo por los oligopolios. En Colombia, el confinamiento viene facilitando los asesinatos selectivos de los que sus líderes venían ya siendo víctimas. Con todo, los pueblos originarios vuelven a resistir desde sus cosmovisiones y saberes a este nuevo capítulo de amenaza para su existencia. Sus maneras de entender el mundo nos inspiran a trascender lo meramente material en este contexto y conectar con otras dimensiones, más integradoras y espirituales del momento en que vivimos, que se suman a su resistencia política y comunitaria y la defensa de la Madre Tierra.

Pueblos Mechica y Mapuche
(c) Adrés del Collado

Pueblos Mechica y Mapuche junto a otros pueblos y personas de diferentes territorios toman las calles el 12 de octubre para decir que no hay Nada que celebrar.

Nada Que Celebrar

Para muchas personas que venimos de territorios de Abya Yala (nombre oficial del continente hoy llamado América que fue dado por el pueblo guna antes de la invasión por Cristobal Colón y los europeos; literalmente significa ‘tierra en plena madurez’/’tierra de sangre vital’), enterarnos de que el Estadoespañol tiene el 12 de octubre como fiesta nacional es un golpe a la memoria y la dignidad de nuestros pueblos que remueve una herida profunda. En nuestros países, reflexiones sobre la constitución de nuestros Estados, y la permanencia de las estructuras y el poder colonial en las fibras más profundas derelación en nuestras sociedades, ha ido llevando a situar en esa fecha el reconocimiento de la resistencia de los pueblos originarios.

Por eso, desde aquí, año a año demandamos al Estado español ese cambio, porque no se puede celebrar el genocidio y honrar la muerte. Porque en Abya Yala, África y Asia no hubo un “descubrimiento” ni un “encuentro entre mundos”, sino invasión, esclavización y saqueo. Porque las consecuencias de la colonización se mantienen y hacen posible las actuales estructuras de poder y discriminación en todo el mundo. Y porque ese proceso de dolor necesita ser mirado desde la responsabilidad histórica y la necesaria reparación.

Tejiendo red

En 2011 el Movimiento 15M surgió con la consigna “vamos a cambiarlo todo”. Para entonces, ya existían grupos de personas migrantes reivindicando sus derechos en este territorio y denunciando violaciones de derechos en sus países de origen. A partir de una de estas acciones se articula América Latina Indignada, con la intención de generar un movimiento de denuncia de vulneraciones de derechos de los pueblos originarios y de promoción de la Madre Tierra y el Buen Vivir en Abya Yala y Europa. Por otro lado, algunos movimientos sociales locales cuestionaban la fiesta del 12 de octubre, fundamental- mente desde el rechazo al legado del franquismo o a la idea de pertenecer al Estado español. Sin embargo, excepto en Barcelona a través de la “Plataforma Por otro 12 de octubre nada que celebrar”, casi en ningún caso se cuestionaba que la fecha estuviera ligada a la llegada de Occidente a Abya Yala.

 

Cuando América Latina Indignada propuso al Grupo de Trabajo de Política Internacional del 15M en Madrid hacer una manifestación contra la fiesta nacional del 12 de octubre en esos términos, fue necesario abrir un proceso de diálogo que, no sin resistencias, permitió articular con colectivos locales anticapitalistas, antimilitaristas y de defensa de los derechos humanos, así como con activistas de otros pueblos que sufren la colonización. Así, en 2012 tuvo lugar la primera manifestación en Madrid con participación de colectivos de Paraguay, Brasil, Perú, México, Pueblo Mapuche, Bolivia, Palestina y Madrid. Además, se articuló una acción en red con colectivos migrantes en varios países de Europa. En la acción en Madrid, fuimos intervenidxs por la policía y varixs compañerxs fueron multadxs en lo que consideramos las primeras acciones desde la lógica de las que se conocieron luego como “leyes mordaza”. Por otro lado, con el pago a la Pachamama que se realizó en la Plaza de Sol al final de la manifestación quisimos sumar la espiritualidad ancestral a nuestra lucha desde el primer momento.

 

En los siguientes años, la iniciativa se mantuvo desde Madrid, articulando las denuncias al extractivismo y violaciones de los derechos de los pueblos originarios con iniciativas locales para detener la firma de los Tratados Internacionales de Comercio y contra la industria de la guerra, entre otras. También hicimos un ejercicio de indagación sobre el sentir de la sociedad madrileña en torno a la fiesta nacional, compro- bando que no es un elemento de cohesión y que el contenido de la Ley 18/1987 que la sustenta casi no se conoce, e incluso puede resultar ofensivo para muchxs. A pesar de ello, también concluimos que las condiciones políticas para impulsar una iniciativa formal para el cambio legal eran poco favorables y que resultaba necesario favorecer un cambio a nivel sociopolítico para dar ese paso.

Plaza de los Pueblos y Descolonicémonos

 

En este camino, el Grupo de Trabajo de Política Internacional del 15M se refunda en 2015 y pasa a ser Plaza de los Pueblos, un espacio de encuentro y articulación entre personas y colectivos de diferentes pueblos que habitan Madrid, inspiradas en la lógica de la solidaridad como ternura de los pueblos, así como principios que van tomando o reforzando su sentido en el propio camino, como el asamblearismo, la horizontalidad, el apoyo mutuo, el feminismo decolonial y comunitario, la autogestión, el no apartidismo y el encuentro y el arte como formas de resistencia. Una de las herramientas que pusimos en práctica fue “Saber con Sabor”, un encuentro entre pueblos que combina el compartir entre cosmovisiones, saberes, resistencias y comida. Este proceso sirvió para constatar en espacios políticos no académicos, puntos en común en las experiencias de nuestros pueblos, y observar cómo tomaban forma las conexiones entre la historia colonial, las estructuras coloniales de nuestros Estados, la marginación de los pueblos originarios y sus saberes, los procesos de despojo de territorio con fines extractivistas que producían tanto la aparición de potentes procesos de resistencia como la “transgenización” de las supuestas democracias, capturadas cada vez más por los intereses económicos transnacionales. Desde 2016 Plaza de los Pueblos decide convocar a una asamblea abierta que durante varios meses organiza acciones en torno al 12 de octubre.

 

Es en sí un proceso político en el que se ponen en común sentires muy variados de grupos de migrantes de reivindicación político-social, colectivos de estudiantes, asociaciones culturales, grupos de danza y algunos colectivos locales aliados. Así, se produce una reflexión sobre cómo intervenir en el contexto de Madrid para avanzar en la deconstrucción de lo colonial y el reconocimiento a la resistencia de los pueblos originarios que deriva en la idea de “Descolonicémonos” como un llamamiento colectivo a emprender un proceso de cambio. Una acción producto de este momento es el Ciclo de cine “Descolonicémonos” que durante sus seis ediciones durante tres años ofreció más de 20 documentales que mostraban cómo diferentes pueblos y personas resisten hoy a las caras de la colonización. Buscábamos llegar a barrios de Madrid en alianza con colectivos migrantes, centros sociales y asociaciones vecinales. A cada proyección seguía un diálogo, dinamizado por activistas mayoritariamente migrantes o refugiadxs, cuya acción estaba vinculada a la temática del documental.

 

En cuanto a la acción del 12 de octubre, decidimos llamarla “ArtEvento Descolonicémonos: 12 de octubre Nada Que Celebrar”, como forma de situar el artivismo — acción política basada en el arte surgida en lLatinoamérica. Para ello se decidió realizar un pasacalles-manifestación que terminara en un acto político cultural con intervenciones de los grupos reivindicativos y de artistas comprometidxs con estas luchas. Así, ha sido posible la participación de colectivos de Paraguay, Brasil, Pueblo Mapuche, Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, México, Palestina y, recientemente, de RepúblicaDemocrática del Congo, así como colectivos y personas de Madrid.

 

La numerosa participación de grupos de danza, especial- mente de Bolivia, introdujo nuevas reflexiones. Por un lado, la enorme potencia de llevar a cabo una manifestación-pasacalles en la que las personas migrantes de pueblos directamente afectados por la colonización, tomaran sus principales plazas y calles en un despliegue de fuerza, color, arte y resistencia física, cultural y espiritual, haciendo posible un encuentro intergeneracional, alternativo y de denuncia más multitudinario que el propio acto oficial del 12 de octubre, que para 2019 contó con un presupuesto de casi un millón de euros. Por otro, la conciencia de la variedad de motivos y sentires en esa participación que, en algunos casos, mostraba reservas a su carácter político.

 

En este periodo ha tenido lugar en España la irrupción del movimiento antirracista, al cual nos sentimos hermanadxs, y ha supuesto abrir nuevas reflexiones sobre nuestro hacer político a lo interno y externo, especialmente en relación con las posturas políticas y formas de hacer de la izquierda blanca, presentes también en Abya Yala, que muestran una relación ambivalente con los pueblos originarios y las expresiones de política popular autónomas. Nos ha permitido también entrar en contacto con más colectivos conformados por personas migrantes y racializadas en el Estado español, en territorios como Euskadi, Valencia y Barcelona con quienes venimos tejiendo red. La coordinación entre estos y otros colectivos ha derivado en una potente intervención en las redes sociales en 2018 y 2019 para convocar a las acciones y difundir manifiestos políticos, denunciar la colonización histórica y actual, el racismo institucional y reclamar reparación. Más todavía, ha permitido seguir consolidando la espiritualidad y saberes de los pueblos originarios como base de nuestra acción política, sumándose a las acciones intervenciones rituales en la Plaza de Colón de Madrid.

El futuro

Así, las cosmovisiones de nuestros pueblos, que venimos compartiendo desde el inicio de nuestro caminar, se afianzan en nuestro ser y hacer como Plaza de los Pueblos. Rechazamos rotundamente el desprecio, el silenciamiento, el maniqueísmo, la folclorización, la instrumentalización y el despojo material y cultural de los pueblos originarios. Queremos poner en el centro el llamado que nos hacen a reconocer que la Madre Tierra está viva y a sentirnos parte de ella, reconocer nuestros límites como especie y aportar a ese cambio de paradigma en diálogo con y entre las cosmovisiones, saberes y resistencias de pueblos originarios y nuestro estar hoy en un mundo que nos plantea tantos desafíos. Aportar a la defensa y cuidado de la Madre Tierra no solo desde un planteamiento teórico de derechos, sino como el motor del cambio del estar, sentir y pensar el mundo. Actuar políticamente en hermanamiento con quienes sientan afinidad con esta mirada, desde el amor a la vida en todas sus formas, frecuencias y espacios y desde las múltiples formas de lucha que han hecho posible la resistencia de los pueblos a la violencia colonial.

No sabemos en este momento qué tipo de acción será posible realizar este año para el 12 de octubre Nada Que Celebrar 2020, pero tenemos claro que seguiremos resistiendo colectivamente con y por la fuerza de nuestros pueblos. Desde aquí insistimos en el llamamiento a la reflexión y acción colectiva para cambiar definitivamente esta fiesta y todos los resquicios del poder colonial en el Estado español y el mundo.

Danzantes bolivianxs en la marcha-pasacalles Descolonicémonos - 12 de Octubre Nada Que Celebrar
Andrés del Collado

Danzantes bolivianxs en la marcha-pasacalles Descolonicémonos - 12 de Octubre Nada Que Celebrar.

 

 

¡La esclavitud no se honra, el genocidio no se celebra!

¡12 de octubre, nada que celebrar!

¡Marichiwew! ¡Jallalla!

¡Resistimos!

Asamblea Plaza de los Pueblos Madrid es un espacio abierto horizontal que trabaja en la decontrucción de lo colonial y el reconocimiento a la resistencia de los pueblos originarios.