"No hay manera de separar las aguas"

Una entrevista con Chano Domínguez

Con Chano Domínguez, exponente del jazz-flamenco y en este momento uno de los músicos españoles de jazz internacionalmente más solicitados, habló Torsten Eßer después de un concierto en el Jazzfestival de Viersen para Matices.

 

Matices: ¿Quién le ha enseñado a Usted el jazz?

 

Domínguez: El jazz me lo han enseñado pues los discos, sobre todo los discos. Y esta serie de músicos que han ido apareciendo por España, con los que he tenido la oportunidad de tocar, con muchísimos de ellos, y eso sí es lo que me ha enseñado el jazz. También la inquietud de aprender un lenguaje en el que te puedes sentir libre, con una serie de colores o de maneras de enfocar tus sentimientos.

 

Matices: ¿El cambio de la música del rock al jazz con su banda CAI, cómo lo explica?

 

Domínguez: Por una evolución lógica de experiencia. Empecé cuando tenia 16 años tocando los teclados antes de tocar el piano. Tocaba con sintetizadores y en esa época oíamos grupos como King Crimson, Yes, Emerson, Lake and Palmer y Genesis. Entonces hacíamos una música que de alguna manera era influenciada por esa información que teníamos de este tipo de grupos, pero la hacíamos también tocando con un ritmo de alegría y de bulería. Con esa ansia de improvisación que siempre existía en mi música, incluso en ese grupo. Fue lo que, conociendo después grupos como Soulmachine y Weather Report y después llegar a gente como Herbie Hancock o Bill Evans, más hacia atrás Miles Davis, John Coltrane, Charly Parker hasta llegar a Jelly Roll Morton. Es un proceso desde años de conocimientos y de querer aprender más, más, más...de esa música.

 

Matices: ¿El gran pianista español (catalán) Tete Montoliú también tiene influencia en su música?

 

Domínguez: Tete tenía mucha influencia en mí. Yo quiero ser una persona como el, que era una persona que es libre. Era libre para elegir lo que quiere hacer, lo que quiere tocar, como lo que quiere tocar y con quién lo quiere tocar. Ese para mi ha sido el estandardarte que ha llevado Tete y que nunca rompió. Siempre hizo lo que quería hacer, con lo que estaba a gusto y era muy exigente porque sabía lo que quería. Para mí es la referencia más importante del músico más internacional de jazz que hemos tenido hasta ahora.

 

Matices: En sus composiciones Usted mezcla el jazz con distintas formas del flamenco. Una tarea bastante difícil, ¿no le parece?

 

Domínguez: No, no es difícil de hacer, si tu tienes un conocimiento de las raices de las dos músicas. Yo me he criado en Cadiz. Esta zona es una de las cunas del flamenco. Y he estado en contacto con él, con los ritmos del flamenco, desde pequeñito. Después la cultura americana o sajona es la que nos ha dejado a través de los discos, de las películas y un montón de lenguaje, que a mí me llevaba - como soy una persona que me gusta siempre improvisar - bueno, pues a aprender el lenguaje del jazz. Si tienes los dos, desde una raíz, creo que no es difícil, que sale natural. Porque no es la fusión de dos músicas; la fusión está en el músico, la persona, que tiene las dos culturas.

 

Matices: ¿De dónde viene la idea de mezclar el jazz y con el flamenco?

 

Domínguez: Esa idea ni está, ni no está. Es una cosa que está siempre. Al principio, cuando empecé de tocar, empezaba tocando con grupos de rock, haciendo una fusión como el rock sinfónico ya con el lenguaje que teníamos entonces. Mezclabamos el ritmo del flamenco con esa estructura sajona. Entonces, es una cosa que ha estado siempre por naturaleza. Como te diviertes con esos ritmos porque son los tuyos, los de tu tierra. Los pones allí donde puedes, porque yo, cuando más gozo es cuando toco con un ritmo de bulería. Gozo igual con un ritmo de swing 4 por 4, pero si puedo tener la posibilidad de las dos cosas juntas, de verdad, entonces ya es lo mejor.

 

Matices: ¿Y porqué se ha desarollado esta idea de mezclar jazz y flamenco en los últimos años y no antes, pues jazz y flamenco ya existían durante mucho tiempo uno al lado del otro?

 

Domínguez: Por la información y la comunicación. Porque hace cincuenta años era muy difícil de que te enteraras de lo que estaban haciendo en Nueva York o en Nueva Orleans. Y los de allí que se enteraran de lo que estaban haciendo flamenco aquí. Entonces, lo que era la posibilidad a que las culturas se entremezclen, es la capacidad de información y de comunicación que pueden tener entre ellas. Es lo que ha pasado en todo el mundo, no solamente con el flamenco y con el jazz. Me imagino que aquí en Alemania con algún tipo de música tradicional, también habrá músicos mezclandolo con el jazz. Esto es una cosa que está pasando en todo el mundo ahora y es lógico que pasa ahora por eso - por la información. Hace 50 años no se sabía.

 

Matices: ¿Qué posición tiene el jazz flamenco entre los otros estilos de jazz en España hoy?

 

Domínguez: Lo que creo, gente que nos hemos decantado por hacer una música propia con un estilo, con una manera de ver, con una manera de sentir y de hacer las cosas y que hemos mezclado nuestra cultura con la cultura que hemos aprendido de fuera. Somos la gente que más estamos, digamos, despegando un poco en el sentido de que nos conozcan fuera de nuestra frontera y que nuestra música llegue a otra cultura.

Pero de todas maneras hay muchos músicos en España haciendo muchísimas cosas. Mezclando el jazz con su cultura. Por ejemplo como el pianista Iñaki Salvador en el país vasco haciendo música con la cultura de su tierra. Y en Barcelona exáctamente igual, son gente como el pianista Lluis Vidal o el tenorsaxofonista Joan Albert, gente que está mezclando su música con el jazz y su cultura. Y en Valencia Perico Sambeat que es otro gran saxofonista. Creo que cada uno estamos en un camino que es nuestro camino, y eso es lo más importante, que cada uno encuentre por dónde tiene que caminar.

 

Matices: Entre las distintas nacionalidades en España existen tensiones. ¿Se sienten también entre los músicos?

 

Domínguez: No cabe duda de que cada músico es de una región y eso se nota a la hora de tocar, se nota a la hora de expresarse porque son realmente países diferentes. El andaluz no se parece demasiado al catalán y el gallego no se parece demasiado al valenciano y el vasco no se parece a ninguno. Es un cúmulo de culturas aunadas, yo diría, en la Republica de España. No cabe duda de que se nota en la música de donde viene cada uno. Pero los músicos en España yo los veo de una manera muy positiva, todos con ganas de hacer cosas interesantes.

 

Matices: En su encyclopedia del jazz en 1960 Leonard Feather escribió: ”España, desierto para el jazz”... ¿Ha cambiado esa situación?

 

Domínguez: También creo que España ha sido un desierto para el jazz y Andalucía todavía más. La primera gente que estaba oyendo y tocando jazz estaba en Barcelona o en el norte de España. Pero desde los principios de los años 80 en el que se impulsaron a través de unas escuelas que no eran oficiales la, se impulsaron unos seminarios de jazz y se crearon unas escuelas alternativas en los que se aprendió esta música, la situación se ha mejorado. Y vinieron músicos americanos como Bill Dobbins, Jerry Goodmann o Joe Henderson y un montón de grupos que nos ensañaron a muchos músicos una manera, una visión de esta música. A partir de allí hay muchos grupos y se han salido muchos músicos que ahora mismo están haciendo su propio estilo, intentan encontrar su estilo.

 

Matices: ¿Porqué – como dijo Usted y como García Martínez escribe en su libro sobre el jazz en España - el jazz entró a España por el puerto de Barcelona y por el norte?

 

Domínguez: Pues, la verdad es que no lo sé. Yo recuerdo que en Barcelona y en el norte de España ya había una tradición de jazz antes que en otra zona. Porque en Andalucía donde yo vivo, nadie tiene tradición de jazz y creo que si allí hay una tradición, una historia, lo que estamos haciendola somos músicos como yo, que somos de Cadiz y no hay precedente alguno de músicos de jazz.

 

Matices: García Martínez dice también que sin la rumba no habría jazz. ¿Música latinoaméricana también tiene influencia en su música?

 

Domínguez: Por supuesto. No se tiene que olvidar que la música afrocubana, la música de Centroamérica, Suramérica está muy influenciada por toda esa colonización que hubo. Nosotros incluso, nos hemos beneficiado en España también de esa cultura porque en el flamenco hay unos pasos que se llaman ”de ida y vuelta” y de eso hay mucho en la cultura de los barcos que viajaban a Cuba, y que después volvían con unos ‚sones‘ y con una estructura y un modo ‚son‘ y también con unas letras. Habia como una comunicación que ha permitido que nos demos cuenta de que en Cuba hay mucho flamenco y en el flamenco hay mucho también de su música.

 

Matices: Usted grabó un disco con música de Paco de Lucia. ¿Tiene que referirse cada músico español una vez en su vida a este guitarrista excepcional?

 

Domínguez: No lo sé. En mi caso, soy una persona que admiraba a Paco desde que empecé a oírlo y con todas las grabaciones que tiene con Camarón. Es un gran guitarista, un gran músico y una persona además que ha levantado el flamenco y lo ha llevado por todo el mundo, por los mejores escenarios y ha hecho – creo yo – de verdad un flamenco universal - junto con Camarón por supuesto.

 

Matices: ¿Qué tal le parece el público alemán?

 

Domínguez: Me pareció muy receptivo. Es gente de verdad; su aplauso es muy caluroso y muy largo y me parece que quiere agradecer.