Systema solar

¿Cómo fue el encuentro entre ustedes – entre caracteres tan diferentes – que ahora forman parte del colectivo?

Corría el año 2006, cada uno de nosotros ya venía trabajando en la música y Vanessa Gocksch alias “Pata de perro”, integrante de la banda, en las artes plásticas con esculturas. Fue un encuentro motivante. Ayudó a reunirnos el documental FreKuensia Kolombiana, porque todos hicimos parte de la realización del documental. Cada quien aportó lo que tenía y sabía, fue divertido y retador asumir el compromiso de la invitación que surgió para ir a la Bienal de Arte de Medellín, que se convertiría en nuestra primera presentación. En momentos de mucha espontaneidad en un ambiente de bromas y buen humor al mismo tiempo, se cimentaban las labores de carácter más operativo y administrativo.

¿Qué influencia trajo cada uno?

Al tomar la decisión de conformar el colectivo cada quien trajo sonidos y letras de las propuestas que ya teníamos por aparte. JhonPri como un MC que vivía en Cartagena ligado al Hip Hop, tuvo una actitud de poner su fl ow para la experimentación que íbamos construyendo intuitivamente. De la misma manera DJ David Fresh iba complementando las ideas de los demás con muy buenos beats y samplers. Dani Boom que ya era reconocido como un forjado de la escena del house y techno en Bogotá fue el que se le ocurrió el nombre Systema Solar. Juan Carlos como productor musical que venía de trabajar con uno de los integrantes de Daft Punk le aportó ideas para que luego hiciera parte de lo que más tarde fue interpretado en esa primera presentación en Medellín.

Con todas las diferencias regionales que hay en Colombia: ¿Systema Solar es una banda colombiana o más bien una banda caribeña?

Somos un colectivo músico visual colombiano que tiene en el caribe de Colombia su más importante impronta y perspectiva de sentido.

Ya han tocado varias veces en Alemania en festivales y conciertos. En Europa últimamente hay mucho interés en la música global, en especial electrónica fusionado con ritmos tradicionales latinoamericanos tal como la Champeta o la Cumbia. ¿Como percibieron este interés en Alemania y Europa durante sus estancias?

El interés de la gente de Europa y Alemania ha sido de gusto y disfrute. Siempre que hacemos presentaciones hay alegría y buena vibra: se baila, se salta y nos conectamos mutuamente. De hecho, DJs y productores producen y mezclan músicas tradicionales y nuevas, haciendo propuestas vinculando a artistas de Colombia.

En los últimos años también ha habido un boom de bandas colombianas en Europa. ¿Pura coincidencia o qué opinan?

No es coincidencia. Más bien es “causidencia”: causalidad aplicada a un proceso en el que por un lado en Colombia hay propuestas que están explorando con calidad óptima y el que se están generando menos barreras para que se conozcan, mediante la apertura de los mercados culturales ligados a las músicas en donde un programador puede reunirse con una agrupación sin intermediarios. La oferta conectada a diferentes exploraciones y cadencias genera interés para los festivales y salas de música en Europa. Digamos que también se atrevieron a explorar en nuestra cultura así como lo habían hecho con Cuba y Brasil en otros años. Es también la evidencia de un interés de negocio y gusto por la diversidad que, ofrecida a la sociedad de Europa, ayuda a reorganizar el contexto de industria de entretenimiento e intercambio cultural que saben que les permite explotar la música como un bien y un servicio.

La canción “Mi Kolombia” cuenta de las dificultades de visa que tienen los colombianos al entrar a otros países como por ejemplo a Europa. ¿Cómo consideran la situación ahora unos años después de la canción?

Desde Europa se han venido abriendo cada vez más, han modificado las modalidades de visado, actualmente no necesitamos visa para la comunidad económica europea, en todo caso somos trabajadores del mundo de la música y hay que mostrar nuestros contratos y documentación que lo sustente, no somos turistas.

¿Cómo fue el encuentro con la belga Vanessa Goksch alias “Pata de perro”, quien se encarga de las visualizaciones en los conciertos? ¿Qué significado tiene la parte visual del colectivo?

Gracias a Vanessa nos conformamos como colectivo. Fue ella la que tomó la iniciativa de hacer algo juntos mas allá de la invitación a la Bienal de Arte De Medellín. Surgimos en un momento en el que la técnica de VJ (Visual Jockey) se estaba popularizando gracias a herramientas de software más accesibles y pudimos combinar su estilo más ligado al documentalismo con las historias de nuestras canciones. Esto ha sido un ensamble muy bueno que le ha dado a Systema Solar uno de sus sellos identitarios.

¿Cómo se diferencia el colectivo de hoy con el colectivo de hace 11 años, cuando aún estaban comenzando?

Las experiencias hacen lo suyo en cada quien, aún así lo básico permanece, divertirnos, haciendo lo que nos gusta. Hemos tenido que ir delegando tareas que antes hacíamos solo nosotros de la parte administrativa, de comunicación y gestión de recursos. Hay mayor madurez en el manejo del escenario, en la exploración de los shows, en las propuestas de vestuario, su funcionalidad y sentido. La escenografía, las luces, las visuales siguen, pero ha cambiado la exploración y los aprendizajes para seguir diseñando. El viajar nos ha enseñado viendo y conociendo a otras propuestas.

Sus letras son bastante críticas considerando la sociedad y la política. ¿Sienten un efecto causado por sus líricas en la gente que los escucha?

La gente que nos escucha nos asocia con un colectivo que vibra con su país y el mundo que promueve la dignidad, que critica la corrupción, el egoísmo, que apoya a otras propuestas, que se conecta con un sentido de trabajo social. Siempre con una energía de barrio conectada a una red de relaciones que potencian mejores entornos para cada quien.

Julia Brekl es redactora de matices.