Entrevista con molotov

En solamente un par de meses el grupo Molotov (D.F. Mexico) estalló en el escenario latino. Propulsado grupo mas exitoso del momento acaban una gira por Europa. Durante la parada colonesa del grupo Poki Galtzoina platicó por Matices con Miki Huibrodo, cantante y bajo del combo.

 

Matices: ¿Sabes quíen era Molotov?

 

Miki: Sí...Sí. El nombre de Molotov no es realmente referente a ese Molotov sino a la bomba que se hizo en su nombre. Por lo explosivo que es el grupo. Una banda muy caliente, con una base bastante sólida: dos bajos suenan muy explosivo. Y no queríamos que fuera algo realmente mejicano,entonces por eso algo ruso era totalmente adaptado. Molotov por la bomba.

 

Matices: ¿Molotov es un proyecto ofensivo o defensivo?

 

Miki: (risa) Realmente es a quien lo quiere agarrar. Nosotros lo hacemos porque era un desahogo que teníamos. Queríamos experimentar un poco de música porque en las otras bandas estabamos muy limitados. A ellos no les gustaba rapear y nosotros teníamos ganas de rapear...Suprême ‚Nique ta Mère‘...(risa). Y bueno, se dió la oportunidad que mientras grababamos el disco de la Candaleria podíamos experimentar un poco como una banda. Nos juntamos un grupo de amigos, metimos a un concurso, y dijimos que si ganabamos este concurso, con esta música experimental, íbamos a dedicarnos a hacer una música experimental con esa banda, y pasó que ganamos. Nadie esperaba que iba a ganar un grupo como nosotros con lo que decíamos. Todo la gente estaba acostumbrada a ver R’n’R. Así fue la sorpresa del año que ganaba una banda como nosotros. Allí fue donde empezamos a hacerlo más en serio. Solamente teníamos tres canciones para hacer el concurso. Hemos empezado a componer mas, a tocar por todos lados en México. Tocamos como 120 veces en el año. A donde fueramos a tocar se estaba lleñando. Las disqueras empezaron a fijarse mucho en eso. Y nos empezaron a buscar. Estuvimos como siete meses viendo qué disquera era la que más nos convenía. Y bueno, nos quedamos con la que nos sentíamos más cómodos, la que no nos iba a cambiar ninguna de nuestras letras, ni el productor, la que acceptaba todo lo sugeríamos. Eso fue lo que nos ofreció Universal y ahorita estamos allí.

 

Matices: ¿Vuestro título, el más conocido, recuerda a los chicanos de Rage against the machine?

 

Miki: Bueno, está bien. Personalmente no me gusta mucho Rage against the machine. Pero es una base fuerte y sólida. Tienen cosas buenas de guitarra e incluso de voz. No es mi máximo como rapea Zack De La Rocha pero rapea muy chingón. Lo que no me gusta es que nos comparen mucho con una banda que es estrictamente política. Nosotros tenemos dos o tres canciones que hablan de política pero el entorno del grupo es mucho más amplio. Podemos hablar de mujeres, de fútbol, de medios de comunicaciones, de fiesta, de sarcasmo y de muchas cosas más. Yo creo que una banda como Rage against the machine, por ejemplo, se volvió ya tan rojilla, tan metida en la política, que tiene que estar pasando acontecimientos políticos en el mundo muy seguidos, que no dejen de pasar, para que la banda tenga de que hablar.

 

Matices: ¿Pero el suceso mayor de Molotov ‚Gimme tha Power‘, es eminentemente político?

 

Miki: Sí, claro. Yo hablo en esa canción como si fuera el pueblo mejicano. A la hora de decir ”dame el Poder” es como, qué pasaría si realmente hubiera democracia en México. Y que pasaría con la gente que está en los puestos de arriba en el gobierno, abusando de la gente manteniéndola ignorante. Así ha pasado mucho tiempo. No es algo que nosotros vengamos diciendo. Es algo que pasa, y que muchos lo están diciendo desde hace mucho tiempo. De alguna manera esto nos pegó. Fue un golpe de suerte, una coincidencia muy grande, que por medio de la música nueva se diera a conocer todo este movimiento que había en el ‚underground‘. Hay bandas que llevan veinte años diciendo eso. Nada más que la música de ellos se ha dado a conocer.

 

Matices: En ‚Que no te haga bobo Jacobo‘ hay una alusión a la situación chiapanesca...

 

Miki: Bueno, lo que pasa en Chiapas es ya tan confuso. Hay tanta información, y tanta mala información, que uno ya no sabe que pensar. Muchos grupos en México lo utilizaron como una bandera para llamar más la atención. Se volvió en una excusa más para tocar y rellenar los conciertos. Nosotros nos alejamos de esa opinión de Chiapas. Lo que pasa alla pasa también en Sudamérica, en Centroamérica o otras partes de México. Chiapas se volvió al centro de atención mundial. Es una cosa que nos preocupa. No está bien que estén matando gente en la Sierra y que abusen de los indígenas por ser ignorantes. Nosotros hablamos de lo que estamos viviendo en la calle, en la ciudad. Entonces Chiapas es una cosa muy lejana. Realmente está muy turbio, hasta quién es el Subcomandante Marcos. Desde mi punto de vista, no sé si no es un amigo personal del gobierno que tenía mucho poder y tenía conocimiento de lo que estaba pasando y por eso está allí metido y enmascarado. Igual puede ser un caudillo, no se le ve la cara, es muy culto, habla francés, habla inglés, habla todo, no creo que sea tan indígena como parece.

 

Matices: ¿Tuvísteis problemas con la censura?

 

Miki: Sí. En México, un pequeño grupo de personas con muchísimo poder son la gente que nos censura y no nos deja tocar y vender nuestros discos. Siempre hay algo que no les gusta: el video, la portada, las letras. No nos deja pasar por la radio. Esa gente opina que somos un grupo que dice malas palabras para llamar la atención. Entonces cuando tú, a través de tu música, llegas a Alemania donde nadie no entiende absolutamente nada de lo que es “chinga tu madre” o “puto” o lo que sea, es cuando la música empieza a hablar por sí sóla. Entonces eso le va a callar la boca a mucha gente. Ta gueule...Ta gueule...(risa).

 

Matices: ¿Para un grupo mejicano el camino del éxito pasa por los E.E.U.U.?

 

Miki: No, realmente uno trata de abarcar lo máximo que pueda llegar su música. Si voy a estar dependiente del mercado estadounidense se vuelve en una cosa más premeditada. Nos gusta la música, nada más. Nos gusta ensayar, nos gusta tocar, es muy honesto, es menos pretencioso. Mucha gente quiere llegar al mercado así. Nosotros cantamos en inglés porque tenemos al gringo loco en la banda. Pero mucha gente canta en inglés porque realmente quiere entrar al mercado estadounidense. Si pasa o no, no lo tenemos cuidado. Hacemos la música que nos gusta. Lo ves con grupos en Francia como Mano Negra o Marousse que mezclan los idiomas. Yo podría utilizar Scheiß, Scheiß, du bist sehr schön...puede tener sus cositas. Si a veces un idioma te limita en algunas cosas puedes tener la alternativa de utilizar otro idioma. Lo que cuenta es la música. A veces uno oye una música de puta madre y no se fija en las letras. Sin embargo, hay grupos que tienen mucho de que hablar. Sería bueno escucharlos. Yo quisiera saber lo que dicen los de Rammstein...

 

Matices: ¿Que vaís a tocar después de haber jugado con las niñas?

 

Miki: Ya tenemos ahorita compuesto el segundo disco. Falta grabarlo. Tenemos diecisiete canciones. Vamos a escoger las doce mejores, creo. Lo vamos a empezar a grabar en febrero/marzo. Será una cosa más electrónica. Vamos a seguir rapeando, pero combinándolo con un sonido mas electrónico, como la última ola de Bowie, o lo que hace Prodigy.

 

Molotov: Der Ritt auf der MTV-Welle

 

Auch in Deutschland versammeln die mexikanischen Molotov Anhänger. Ihre in Lateinamerika überaus erfolgreiche Scheibe 'Dónde jugarán las niñas‘ bietet für deutschsprachige Hörer aber wenig Neues, sie ist eigentlich nur eine ganz nette Sammlung metallischer Gitarrenklänge und Hip-Hop-Rhythmen. Wer heute 19 ist, erinnert sich vielleicht nicht so genau an die vielen Crossover-Bands, die vor etlichen Jahren Furore machten: Amis wie die Chili Peppers oder auch Bands wie Clawfinger, die Freaky Fukin’ Weirdos oder auch die steinzeitlichen Beastie Boys mit 'Licence to Ill', die man in 'Chinga tu madre' zu hören glaubt. Sei’s ‘drum: Wer Rage against the machine und die guten alten Mano Negra schätzt und nicht nur auf Innovation wartet, wird hier etwas zum Genießen finden. Schön ist das entspannte, mit Santana-Zitaten versetzte 'Voto latino', humorvoll - obgleich mit einigen indigenistischen Versatzstücken etwas triefend - das musikalisch eher als Ballade zu bezeichnende Politstück 'Gimme tha Power'. Aber es ist kaum etwas hier zu finden, was andere mexikanische Bands, die nicht das Glück hatten, ihre Videos bei MTV plazieren zu können - z.B. Tijuana No - nicht innovativer gemacht hätten. Resümierend also kein Pflichtkauf, aber eine durchaus mit anderen Crossover-Epigonen aus USA oder Europa vergleichbare nette Platte mit Texten, die man als Zeitdokument der Jugendkultur eines krisengeschüttelten Mexikos - und damit für die lateinamerikanische Gegenwart beispielhaft - sehen kann.

 

Stephan Küffner Andrade