El Clásico

La Silla del Águila

Carlos Fuentes

La historia transcurre en el México del año 2020, pero como lo imagina Carlos Fuentes desde la lejanía del 2003. Si bien en este relato no hay mención sobre el infame virus que se ha tomado la agenda mundial estos últimos meses, la historia que nos cuenta Fuentes parece ser no tan lejana a la realidad actual. 

México y Latinoamérica dependen fuertemente de EEUU, quienes no dudan en intervenir cuando alguien se opone a ellos. En este caso, esto se traduce en un blackout a todo el sistema de comunicaciones de México: no hay televisión, radio, internet. Ni siquiera telégrafo hay disponible. Pero más allá de discutir la política exterior con los EEUU, lo que desvela a los personajes es la política interna, el poder y, concretamente, la presidencia de México: la silla del águila. 

Es así como, a través de las conversaciones en cartas entre varias personalidades de la élite política mexicana, el escritor nos va revelando lo que pasa tras las bambalinas de los círculos de poder. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia; desde tramas, traiciones e intrigas, hasta amoríos ocultos que van entrelazando a los variopintos personajes. Una verdadera telenovela que entremedio tiene crudas discusiones sobre la realpolitik y teoría política. Para llegar a la presidencia, ¿está todo permitido?

Dramas personales y política parece una extraña mezcla, pero ya en el primer capítulo se nos da la clave en la que actúan los personajes, María del Rosario Galván, operadora política, afirma que: “la política es la actuación pública de pasiones privadas”. A medida que se avanza en el libro, nos enteramos de los ires y venires de los personajes, los intereses que los mueven y lo que están dispuestos a hacer por el poder.

¿Es la política un acto calculado y racional, como muchas veces nos hacen creer los señores y señoras políticas, las pauteadas entrevistas y las tan imponentes cifras de encuestas e indicadores económicos, o acaso es simplemente el reflejo del amor que se le tiene al poder y los actos que se cometen para llegar a tenerlo? El libro no pretende responder este tipo de preguntas, pero sí nos invita a reflexionar sobre estos temas, por ejemplo, con la opinión de algunos personajes que “la corrupción lubrica al sistema” y que a veces hay que tolerarla por “el bien mayor”.

La silla del águila puede ser ficción, pero no es para nada inverosímil. Basta con leer algo de la historia de Latinoamérica para darse cuenta de que lo real a veces parece más increíble que lo relatado por Carlos Fuentes.

Este libro está lleno de alegorías y referencias a la historia de México y Latinoamérica, además de interesantes discusiones y un sinnúmero de citas notables. Lo recomiendo totalmente, pues además de ser entretenido, es posible que quien lo lea vea reflejado algo de la política de su propio país en este libro.

 

Gabriel Castillo