Resistir no es Aguantar.

VIOLENCIAS Y DAÑOS CONTRAS LOS PUEBLOS ÉTNICOS DE COLOMBIA (1)

 

Por Juan Alberto Carabalí Ospina (2)

 En diciembre del 2016 en el Teatro Colón de Bogotá el Estado colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – FARC firmaron el fin del conflicto armado más largo del hemisferio occidental. La firma de este acuerdo daría lugar al inicio de un camino que hasta el momento ha estado lleno de un sinfín de retos, el más importante ha sido la persistente violencia que aún se vive en muchas regiones del país. 

Este conflicto armado de casi 60 años golpeó el país, pero particularmente los territorios donde han habitado los pueblos étnicos en Colombia, territorios caracterizados por una profunda desigualdad con respecto a territorios centrales. En este sentido, los pueblos étnicos de Colombia exigieron a las dos partes la inclusión de un capítulo étnico de dichos acuerdos que considerará las particularidades de los impactos del conflicto sobre estos territorios. Finalmente, pese a la resistencia de algunos actores de la negociación, los acuerdos de paz incluyeron un capítulo.


 A partir de esta exigencia hecha por los pueblos étnicos, las instituciones creadas por los acuerdos de paz como la Jurisdicción Especial para la Paz – JEP(3), la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas(4) y la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad – CEV(5) debían incluir en sus procedimientos y visión una perspectiva étnica diferencial. 

Esta última institución, la CEV, encargada de dar las explicaciones históricas, políticas, sociales de los ciclos de violencia de los que no ha podido salir la sociedad colombiana, incluyó dentro de su estructura orgánica la Dirección de Pueblos Étnicos - DPE, encargada de elaborar el capítulo étnico del informe final y de desarrollar espacios de escucha con los pueblos étnicos de Colombia.  

La DPE, al igual que la CEV, se planteó la necesidad de poner las voces de las víctimas como elementos central y constitutivo de todas las actividades que se desarrollarán de cara a la explicación del conflicto armado interno. En este sentido, la CEV recopiló 3.849 entrevistas de pueblos étnicos, de los cuales “1.693 con población indígena; 2.105 con el pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero, y 51 con población rrom. En estas entrevistas se escuchó en total a 11.056 personas, ya que algunos de estos espacios fueron colectivos. (…) En el balance de informes realizado por la DPE se pudo constatar que la Comisión recibió 247 informes de interés étnico, de los cuales 89 analizan contextos, victimizaciones y patrones de violencia a escala territorial y nacional contra los pueblos indígenas, 105 se refieren al pueblo negro, afrocolombiano, raizal y palenquero, 5, al pueblo rrom o gitano y 48 son de carácter interétnico” (Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición, 2022)

 

 

 Algunos hallazgos

Estas entrevistas individuales y colectivas, los informes que dan cuenta de las dinámicas del conflicto armado entregados por las organizaciones étnicas y no étnicas dan cuenta del importante despliegue territorial para entender el conflicto armado en los territorios étnicos. Esto permitió identificar una serie de hallazgos y unas conclusiones y recomendaciones para el Estado colombiano de cara a superar la violencia y la desventaja histórica de los pueblos étnicos. 

Los hallazgos que identificó la DPE que explican el recrudecimiento de la violencia en los territorios de los pueblos étnicos pueden destacarse los siguientes: “a) el trato colonial y el racismo estructural vivido por los pueblos étnicos en Colombia a lo largo de un continuum de violencias en que el Estado, por acción u omisión, ha incumplido su obligación de respetar, proteger y garantizar los derechos de todos los ciudadanos, sin discriminar ni revictimizar a ningún sector de la población, ya sea por su color de piel, pertenencia étnica o ubicación en la geografía nacional”(6); b) “(…) como consecuencia de creencias y prácticas sociales basadas en el trato colonial y en el racismo estructural, el continuum de violencias contra los pueblos étnicos fue asimilado y replicado en el accionar de los grupos armados en el conflicto armado y causó daños e impactos desproporcionados(7)”; c) “(…) la existencia de diecisiete corredores del conflicto armado en macroterritorios étnicos. Estos corredores son dinámicos y han constituido el epicentro de la confrontación de los grupos armados que disputan las rentas de seguridad para desarrollar economías extractivas legales e ilegales(8)”; d) “(…) el trato colonial y el racismo estructural están expresados en la invisibilidad de información estadística sobre los pueblos étnicos, narrativas del conflicto armado y la violencia histórica, lo que ha impedido a la sociedad colombiana, bajo su propia voz y análisis, conocer la realidad de la historia de los pueblos étnicos y la dimensión de las violencias y daños sufridos en el marco del conflicto armado”; e) (…) la desproporción de la violencia, los daños del conflicto armado y las violencias históricas contra los pueblos étnicos, debido a la sobrerrepresentación de víctimas de pueblos étnicos (…); f) “(…)como integridad viviente y sustento de la vida e identidad cultural, el territorio y la naturaleza fueron víctimas del conflicto armado(9)”; g) las violencias continuas contra los pueblos indígenas u originarios evidencian prácticas recurrentes que permiten la imposición cultural mediante procesos de invasión, ocupación del territorio y sometimiento de las comunidades y de sus miembros, lo que contribuye, en el marco del conflicto armado, al exterminio físico y cultural de los pueblos indígenas; h) (…) la profundización del discurso de negación del ser al pueblo negro, que está directamente relacionado con la privación de los derechos a un territorio, a una cultura y a un proyecto comunitario libre de discriminación racial; i) “(…) señala que las principales vulneraciones al pueblo rrom en el marco del conflicto armado han sido la persecución cultural, el desplazamiento y el eterno exilio. Un pueblo que históricamente ha sido víctima de prejuicios, creencias racistas, persecución y estigmatización cultural”.

Perspectivas territoriales

Estos hallazgos surgen de ese ejercicio de escucha a nivel individual y colectivo de víctimas de pueblos étnicos que llevó a cabo la DPE. Para explicar estos elementos el capítulo hace referencia a ese continuum de violencias al que se han visto sometidos los pueblos étnicos, lo cual ha partido del trato colonial y el racismo estructural. En este sentido, estos tres elementos estructurantes de la violencia contra los pueblos étnicos se identificaron particularmente en 17 territorios. 

 

 

En estos 17 territorios, se logró identificar una serie de violencias contra pueblos indígenas  como la ocupación y militarización de los territorios indígenas para utilizarlos como retaguardia; el despojo de sus territorios; contra la integridad cultural. Hubo violencias contra su gobierno propio y sus autoridades; masacres; homicidios; tortura; desaparición forzada, exilio y reclutamiento de niños y niñas. También hubo violencias contra las mujeres indígenas y contra la población LGBTIQ+. 

Estas violencias generaron daños sobre los pueblos indígenas como el daño al territorio: daños a la integridad cultural, daños individuales con daños colectivos, daños a la integridad política y organizativa, daños a la economía propias y formas de producción, daños a las mujeres indígenas y daños a los niños y niñas. 

En cuanto al Pueblo Negro, Afrocolombiano, Raizal y Palenquero en estos 17 territorios, se logró identificar violencias que iban direccionadas contra la integridad territorial, generando despojo y desterritorialización; desplazamiento forzado y masacres. También iban direccionadas a  violencias contra los procesos organizativos; contra la integridad cultural; violencias contra mujeres negras; Confinamiento; Homicidios; y desaparición forzada. 

Estas violencias contra el pueblo negro trajeron consigo una serie de daños como daños individuales con efectos colectivos, daño por racismo y discriminación racial. Es más, trajeron daños a la integridad cultural, daños ambientales y territoriales, daños a los procesos organizativos, daños a las economías propias, y daños espirituales. 

Con respecto al pueblo Rrom se lograron identificar violencias encaminadas al debilitamiento de la integridad cultural, amenazas, desaparición forzada, violencias contra las mujeres, despojo y desplazamiento forzado. Estas violencias a su vez provocaron daños sobre el pueblo Rrom como daños a su integridad cultural, daños a las kumpañy por homicidios de Sere Rromengue y daños a las mujeres.  

Resistencias y dignidad

Como ha podido verse, los pueblos étnicos en Colombia sufrieron los efectos desproporcionados del conflicto armado, lo que profundizó las condiciones desventajosas en los que se encontraban en sus territorios debido al trato colonial por parte del Estado.  Por ejemplo, en el caso del pueblo negro, debido a la esclavización ha tenido que soportar unas condiciones de vida muy por debajo de los promedios nacionales, lo que ha materializado un racismo estructural que ha condenado a generaciones de afrocolombianos a sufrir situaciones muy similares a la esclavización vivida en la colonia. Estas situaciones tan penosas han sido profundizadas por el conflicto armado, ya que les ha sumado el desplazamiento, el despojo de sus territorios, el debilitamiento de sus estructuras de gobierno propio, las afectaciones sobre sus culturas. 

Pese a estos niveles de victimización histórica contra los pueblos étnicos en Colombia, estos también han desarrollado ejercicios de resistencia y afrontamientos. Desde la colonia los pueblos étnicos han puesto de manifiesto su lucha contra el ocupante y opresor, lo que les ha permitido conservar aspectos muy importantes de sus culturas ancestrales. La CEV buscó mostrar estos ejercicios como escenarios en los que los pueblos han sido actores y actrices principales. En el marco del conflicto armado contemporáneo, estos grupos han construido agendas de paz, han denunciado las afectaciones de las que han sido víctimas, han establecido diálogos con los grupos armados, etc. Pero sobre todo han demostrado al país que ¡Resistir no es aguantar!


Juan Alberto Carabalí Ospina es politólogo y defensor de derechos humanos. Es investigador de la Dirección de pueblos étnicos de la comisión de la verdad en Colombia.


(1) Capítulo Étnico del Informe Final de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición Hay futuro si hay verdad.

(2) Investigador de la Dirección de Pueblos Étnicos – DPE de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad - CEV

(3)  Ver  https://www.jep.gov.co/Paginas/Inicio.aspx

(4) Ver https://ubpdbusquedadesaparecidos.co/

(5) Ver  https://www.comisiondelaverdad.co/

 (6) (Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición, 2022)

(7) Ibid.

(8) Ibid.

(9) Ibid.